Tesoros de la UC

PATRIMONIO CULTURAL DE LA UNIVERSIDAD DE CANTABRIA

Semáforo marítimo

Ubicación: Jardín de la ETS de Náutica de la Universidad de Cantabria

Este semáforo marítimo servía para establecer comunicación con los barcos que entraban en el puerto de Santander. Para ello se utilizaba un código de banderas durante el día y señales luminosas durante la noche.

El semáforo se encontraba en las inmediaciones del faro de Cabo Mayor, en el espacio que actualmente ocupa la sede de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) en Cantabria. Estuvo operativo desde 1899 hasta 1968.

En la actualidad sólo se conserva el mástil de señales, con una altura de 24 m y una verga de 10 m. Este palo es el único ejemplo de entre todos los que hubo en las estaciones semafóricas que se construyeron en España.

Descubre, de manos del experto Víctor Moreno, cómo funcionaba un semáforo marítimo y el papel clave que desempeñó en la comunicación entre los barcos y la tierra firme.

El sistema de comunicación mediante banderas en España tiene sus inicios en el siglo XV, con un sistema muy rudimentario que utilizaba una linterna o farol, pendón real, banderas y trompeta. Dentro del uso en el ámbito marítimo ya aparece referenciado en el “Código de las Partidas” de Alfonso X el Sabio.

Hasta el siglo XVIII no vuelve a haber referencias a su uso, época en la que adoptan dicho código la mayoría de las flotas europeas. 

Banderas alfabéticas y numéricas navales (Seaman's Pocket-Book).

Ya en 1867 se decide adoptar el denominado Código comercial tras la revisión del Convenio Telegráfico Internacional. De esta forma, el código de banderas se combina con el uso telegráfico.

Un año más tarde, en España se publicó el decreto que planificaba un mapa para poder distribuir el uso de las señales y estaciones semafóricas. 

España colocó más de una docena de semáforos marítimos en distintos puntos del litoral. La primera instalación semafórica en territorio nacional se realizó en 1870 en Tarifa. El segundo semáforo se situó en Santander.

La primera estación semafórica para atender el trafico marítimo se construyó, en 1874, en la Península de la Magdalena, aprovechando la ubicación del antiguo asentamiento militar del Castillo del Ano que había sido destruido durante la Guerra de Independencia en 1812. Estuvo operativa hasta 1899.

Imagen: La Ilustración Española y Americana, 8 de octubre de 1874

La segunda estación semafórica de Santander se situó en Cueto, en Cabo Mayor y siguió en funcionamiento hasta 1968, fecha en la que como el resto de instalaciones similares se quedó obsoleta dados los avances técnicos en la telefonía.

Imagen del libro Historia del Lugar de Cueto, de Matilde Camus.
Cedida por la Asociación de Vecinos de Cueto.

Andrés Díaz Lorenzo, ultimo vigía del semáforo marítimo de Cabo Mayor y su mujer, Carmen Pérez García. Fotografía propiedad de Andrés Díaz Pérez.
Sello del jefe de la estación semafórica de Santander.

La estación semafórica de Cueto estaba situada entre el Cabo de Latas y Cabo Mayor, en un lugar estratégico de la costa y con gran visibilidad desde el mar.

Su función principal era el control del tráfico marítimo así como la comunicación con los navíos mediante el izado y arriado en un mástil de señales de distintas banderas y señales luminosas.

El semáforo marítimo funcionaba también como observador metereológico y emitía partes periódicos sobre el estado de la mar y las inclemencias del tiempo.

El semáforo de Cabo Mayor, al igual que el resto de estaciones marítimas situadas en los litorales de los más importantes países del mundo, fue una infraestructura de comunicación y vigilancia que, bajo el servicio de la Armada, revolucionó el panorama naval de la época.

Los periódicos recogieron esta importancia en muchas de sus crónicas.
He aquí dos ejemplos. 

El diario La Vanguardia,  en su edición del 16 de septiembre de 1885, dedicó una noticia a la accidentada entrada al puerto de Santander de un vapor alemán que gracias al semáforo evitó su encallar en la costa.

Por su parte, el diario ABC, en su edición del 7 de febrero de 1917, el semáforo fue clave para avistar el día previo, en plena Primera Guerra Mundial, un submarino que provocó el hundimiento de un buque peruano.

El 21 de septiembre de 1987, con ocasión del Día Marítimo Mundial, el vigente ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Abel Caballero inauguró la instalación del mástil de señales marítimas en el jardín de la ETS de Náutica de la Universidad de Cantabria.